No hay alternativa.

Y es que no se muy bien lo que quiero transmitir pero algo he de decir. En un día metafísico como hoy, todo invita al recogimiento y a la contemplación.

Éste mensaje va dirigido a ti, a este 'yo' a veces indomable, que se apodera de mi tiempo y mis decisiones.

No quiero seguir haciéndote caso, no te voy a escuchar, por más vueltas que le des a las cosas, he aprendido a reconocerte y sé que es un paso.

Y es que no me siento sola, me siento afortunada, privilegiada, siento que todo lo que ocurre es porque me lo merezco, accepto lo que me gusta con gran placer y lo que no, con serenidad. Y es por esto, que quiero decirte que no te voy a escuchar cuando me haces sentir culpable de todos los regalos que me ofrece la vida.

No voy a seguir tu sendero de soledad, de miedos y culpabilidades, NO.

Estoy viviendo sin máscaras, sin muros pero a gatas, como el bebé que comienza a caminar, sé que mi equilibrio depende de un hilo pero que tarde o temprano caminaré, correré y saltaré.

Pero no sufras, no desaparecerás, porque formas parte de mi, tampoco quiero que te desvanezcas para siempre y es que TÚ, también me has ayudado a ser quién soy, y te respeto y te amo. ¿Como puedo odiarte? Si hemos sido lo mismo durante tantos años...sólo decirte que el líder a cambiado, ahora soy YO la que dirigo, tienes que confiar en mi. Por primera vez soy FELIZ y no es una felicidad efímera, no me refiero a la satisfacción de uno o varios deseos, es algo que no está fuera, es algo que llevamos los dos y que tú también has sentido.

No consiento que aparezcas salando el sabor dulce de la vida.

Hazme caso y únete conmigo, no luches por dominar algo que no te es propio.

Aprende porque no hay alternativa.