martes, 23 de noviembre de 2010

La iniciación al culto de Baco


El pasado viernes fue la última sesión del programa Vicens Vives, trataba sobre el valor de la espiritualidad. Fue un día revelador. Una llamada de teléfono de camino a Montserrat me empujo de nuevo al abismo que creía olvidado, que creía enterrado, como si un muerto hubiera resucitado, la sangre se me heló y la mente y los pensamientos me dominaron. Me pregunté el porqué tenía que ser ese día tan especial para mi, y esto me torturaba. En la razón no hayé respuesta sino desasosiego y culpabilidad. Pero la sesión fue tan reveladora (gracias a Teresa Forcades y a Xavier Melloni), que comprendí que todo tenía sentido. Hubo un momento mágico e irrepetible que fue la misa de les 'vespres', ver a todos mis compañeros allí, estar contemplando el ritual junto a X. Melloni, la realidad me superaba, era como si estuviera en un sueño, fue un momento mágico, trascendental, sentí la realidad.

Es algo que no se puede explicar pero que no se me olvidará jamás. Como en la iniciación al culto de Baco, el dolor y el placer van unidos, se desveló el primer misterio.

Siento que soy una mujer privilegiada, por haber bajado al infierno junto con Virgilio y allí en lo más profundo haber reconocido al ángel que me señalaba el camino de ascensión, un camino inclinado pero lleno de esperanza y entusiasmo, mi camino.

No hay nada más real que mis sueños.

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